Cuando recién llegó a mi casa tenía dos meses. Era una bolita de pelos que derrochaba cariño, mil lamidas, y energía. A la hora de escoger su nombre no le calzaba ninguno de figuras apoteósicas: Hércules no, Rocky no, Pericles no. Entonces un día veíamos El Padrino en la tele, cuando Michael Corleone hacía un flashback a su niñez, y se acordaba de cuando su hermano menor, Fredo, era un bebé. Sus padres siempre preocupados porque el niño siempre enfermaba, padecía problemas pulmonares, era una calamidad. Michael pronuncia estas palabras: "Fredo siempre fue así: débil y patético".
Fredo, ese debía ser su nombre. Causaba mucha gracia pero el nombre le calzaba a la perfección. De bebe llegó con sarna, y esta duró algunos meses en desaparecer, después de varias cremas, pastillas, y visitas al veterinario. Siempre fue muy nervioso: si se ponía muy feliz al verme, se orinaba; si había hecho alguna travesura y se veia descubierto, se orinaba; si le gritaba muy fuerte FREDO!, de nuevo mojaba todo. Después de varios meses superó su incontinencia.
Era una calamidad. Sufrió un choque que lo dejó cojo, y pensé que quedaría así. El veterinario dijo que no era necesario operación, pero igual después del accidente corría de una forma más graciosa que antes. Luego siempre tuvo problemas con la piel. Desde hace unos cuatro meses lo llevaba al veterinario cada dos o tres semanas. Sufría de alguna alergia que pelaba su piel, causaba una comezón que lo obligaba a usar un collar de plástico bastante gracioso.
Hace dos semanas él estaba muy bien. Había engordado, tomaba vitaminas, y le aplicaba sus cremas todos los días. Luego me fui a Quito y cuando llegué mi madre dijo que el perro me había extrañado porque pasaba triste. Pensé que era eso y me acosté con él en la hamaca. Estaba feliz. En esta semana noté que seguía algo triste pero por falta de tiempo había dejado para el sábado la cita con el veterinario. No vomitaba, no tenía diarrea, no lo sentí caliente, así que pensé que era algo solucionable. Ayer caminaba, se paseaba por mis pies ... y yo me dije "cocino algo y te llevo al médico". Él salió al patio y se recostó en el sol. Lo fui a ver y respiraba más lento. Ya estaba agonizando.... no lo quería ver ... mi hermano gritó: ñaña ven a verlo!!. Llegué y estaba ya convulsionando mi Fredito. Tuvo unos espasmos, y finalmente se apagó. Moví su cabecita pero sólo sonaban sus dientes rozando el piso .... Ahi si lloré literalmente a moco tendido.
Fue inevitable sentirme culpable por no ponerle más atención, por no entender sus señales, por no haberlo llevado al veterinario al primer síntoma de desánimo. Mi excusa es que esto ya había pasado varías veces sin pasar a mayores, pero hay ninguna excusa válida. Después de esto no quiero tener otra mascota. Amo a los animales, pero creo que soy una inútil cuidando de ellos.
En este mundo que no se tiene tiempo para nada, ni para cuidar bien de un perro... no entiendo cómo se pueden criar bien a los hijos. Hmm... la respuesta quizá es que la mayoría no se crían bien y por eso está todo patas arriba no? Ya hasta miedo me da tener un hijo.
Ya extraño que toque la puerta de mi cuarto, o el sonido rápido de su cola contra el piso, o su cuerpo calientito... Fredito, ovejito, fredis, chiquis, gordis.
*Gracias J* por correr a verme, por cavar la tumba de Fredito, por estar ahí.
Fredo, ese debía ser su nombre. Causaba mucha gracia pero el nombre le calzaba a la perfección. De bebe llegó con sarna, y esta duró algunos meses en desaparecer, después de varias cremas, pastillas, y visitas al veterinario. Siempre fue muy nervioso: si se ponía muy feliz al verme, se orinaba; si había hecho alguna travesura y se veia descubierto, se orinaba; si le gritaba muy fuerte FREDO!, de nuevo mojaba todo. Después de varios meses superó su incontinencia.
Era una calamidad. Sufrió un choque que lo dejó cojo, y pensé que quedaría así. El veterinario dijo que no era necesario operación, pero igual después del accidente corría de una forma más graciosa que antes. Luego siempre tuvo problemas con la piel. Desde hace unos cuatro meses lo llevaba al veterinario cada dos o tres semanas. Sufría de alguna alergia que pelaba su piel, causaba una comezón que lo obligaba a usar un collar de plástico bastante gracioso.
Hace dos semanas él estaba muy bien. Había engordado, tomaba vitaminas, y le aplicaba sus cremas todos los días. Luego me fui a Quito y cuando llegué mi madre dijo que el perro me había extrañado porque pasaba triste. Pensé que era eso y me acosté con él en la hamaca. Estaba feliz. En esta semana noté que seguía algo triste pero por falta de tiempo había dejado para el sábado la cita con el veterinario. No vomitaba, no tenía diarrea, no lo sentí caliente, así que pensé que era algo solucionable. Ayer caminaba, se paseaba por mis pies ... y yo me dije "cocino algo y te llevo al médico". Él salió al patio y se recostó en el sol. Lo fui a ver y respiraba más lento. Ya estaba agonizando.... no lo quería ver ... mi hermano gritó: ñaña ven a verlo!!. Llegué y estaba ya convulsionando mi Fredito. Tuvo unos espasmos, y finalmente se apagó. Moví su cabecita pero sólo sonaban sus dientes rozando el piso .... Ahi si lloré literalmente a moco tendido.
Fue inevitable sentirme culpable por no ponerle más atención, por no entender sus señales, por no haberlo llevado al veterinario al primer síntoma de desánimo. Mi excusa es que esto ya había pasado varías veces sin pasar a mayores, pero hay ninguna excusa válida. Después de esto no quiero tener otra mascota. Amo a los animales, pero creo que soy una inútil cuidando de ellos.
En este mundo que no se tiene tiempo para nada, ni para cuidar bien de un perro... no entiendo cómo se pueden criar bien a los hijos. Hmm... la respuesta quizá es que la mayoría no se crían bien y por eso está todo patas arriba no? Ya hasta miedo me da tener un hijo.
Ya extraño que toque la puerta de mi cuarto, o el sonido rápido de su cola contra el piso, o su cuerpo calientito... Fredito, ovejito, fredis, chiquis, gordis.
*Gracias J* por correr a verme, por cavar la tumba de Fredito, por estar ahí.
4 comentarios:
rip fredo...
cacho todo lo que dices en el post. me identifica. a mi tambien me aterra la idea de tenr una mascota de vuelta ni hablar de un hijo.
diego
pobre fredito.!!!
que linda entrada, em engancho a tu blog enseguida te sigo y te tengo en lista...
un abrazo...
Gracias Guambra por pasar! Adopté un gato esta semana... ya decía que no iba a tener mascotas pero es un hermoso el gatito... ya he de postear sobre él. Saludos!
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