No recuerdo a quién se refería Rosa Montero, en el libro Historia de Mujeres, cuando escribía algo así: Con los años, algunas personas se vuelven muy sabias; otras, no ganan ninguna virtud con la edad, sino que simplemente engordan la lista de años; y las peores, se encogen y se tornan horribles (por fuera y por dentro).
La sabiduría no viene con la edad, lo que me recuerda la frase de un viejito muy querido para mi: "Buena cosa llegar a viejo y pendejo; yo soy un viejo, pero un viejo sabido!", y pénsandolo bien creo que la mayoría de personas simplemente encajan en la segunda clasificación de Montero.
Desde pequeños nos han inculcado en respeto a los mayores, pero en vida diaria y en mi profesión, ese respeto se confunde con sumisión. Me he topado con muchos déspotas que por ser jóven, creen que debo callar, decir "si señor", jamás contradecir, o sino se niegan al sólo hecho de dialogar, si tengo el propósito de hacerlos cambiar de parecer, su "sabio parecer".
Pero esas barreras mentales las rompo cada día. Cuando me inicié en mi carrera aún tenía el miedo de discutir con alguna autoridad (que siempre pasan de los 50), mi voz era más baja, si la repuesta era un NO, la aceptaba. Ya no más, exijo mis derechos igual que los demás, conozco lo que hago igual o más que alguien mayor que yo, y no agacho la cabeza ante nadie.
En el mejor de los casos, mi interlocutor será una persona muy sabia, sabrá escuchar, y aprenderé de el/ella. En el peor de los casos será una persona horrible que igual no podrá minimizarme con nada de lo que diga. Pero en la mayoría de casos, sabrá que los años de diferencia no hacen la gran diferencia.
La sabiduría no viene con la edad, lo que me recuerda la frase de un viejito muy querido para mi: "Buena cosa llegar a viejo y pendejo; yo soy un viejo, pero un viejo sabido!", y pénsandolo bien creo que la mayoría de personas simplemente encajan en la segunda clasificación de Montero.
Desde pequeños nos han inculcado en respeto a los mayores, pero en vida diaria y en mi profesión, ese respeto se confunde con sumisión. Me he topado con muchos déspotas que por ser jóven, creen que debo callar, decir "si señor", jamás contradecir, o sino se niegan al sólo hecho de dialogar, si tengo el propósito de hacerlos cambiar de parecer, su "sabio parecer".
Pero esas barreras mentales las rompo cada día. Cuando me inicié en mi carrera aún tenía el miedo de discutir con alguna autoridad (que siempre pasan de los 50), mi voz era más baja, si la repuesta era un NO, la aceptaba. Ya no más, exijo mis derechos igual que los demás, conozco lo que hago igual o más que alguien mayor que yo, y no agacho la cabeza ante nadie.
En el mejor de los casos, mi interlocutor será una persona muy sabia, sabrá escuchar, y aprenderé de el/ella. En el peor de los casos será una persona horrible que igual no podrá minimizarme con nada de lo que diga. Pero en la mayoría de casos, sabrá que los años de diferencia no hacen la gran diferencia.
2 comentarios:
jaja "viejo sabido", la razon #1 de estos choques viejo vs puber, se da por ese sentimiento de ser reemplazado del viejo y la predispocision del joven de inventar el agua tibia. Algo q siempre me funciona, la mejor forma d arruinar la defensa de un viejo es pidiendole consejo sobre algun asunto mio.
Tienes razón, y tu actitud es la que vale. ¿Por qué callar ante la injusticia? Las barreras, como bien dices, son simplemente mentales. (Lástima que las barreras mentales sean las de los barrotes más fuertes).
Me gusta tu blog :) Un beso!
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