18 de agosto de 2009

El romanticismo no es parte de esta era



Este año conocí a Jorge, un escondido gurú espiritual a quien no le importa la fama ni el dinero, pero que seguro tiene muchos seguidores anónimos. En un maravilloso viaje a la playa, lleno de ritos ancestrales, meditación, y reposo, tuvimos una de las charlas más enriquecedoras de mi vida.

Jorge tiene una linda familia junto a Elena, dos hijos balletistas y una hija que conocí en aquella oportunidad. Después de escucharlo hablar y llenarme de admiración por él, me atreví a entablar una plática y comencé preguntándole por Elena: "Jorge, ella es su esposa, no?", a lo que el respondió con tal desconcierto, como si mi pregunta era ofensiva: "Mi esposa???? Pues no!". Me quedé muy extrañada porque siempre los vi juntos, y aunque nunca pregunté por la adolescente que los acompañaba, supuse que era su hija, entonces me vi confundida y solo supe decirle "Disculpe Jorge, pensé que era su esposa", a lo que este hombre contestó: "Ella no es mi esposa, ella es Elena!". Elena sonreía con una complicidad que sentí que había caído en una broma de los dos. Entonces, él prosiguió:

"Esposas son las que usan los presos, las que encadenan contra la voluntad de uno. Elena, al contrario, es mi compañera de vida, mi compañera de viaje en este camino astral". Elena asintió.

En mi cara se dibujó la sonrisa más tonta del mundo, miré al mar y fui feliz. La conversación siguió de largo, y de esta pueden salir muchos posts más. En este, sólo quiero referirme al concepto de pareja en el que creo, y a las deformaciones que crean muchos de los problemas de pareja.

"La nueva forma de amor apunta a la aproximación de dos enteros, y no a la unión de dos mitades".

Cuantos de nosotros no hemos sido engañados con la idea de "la media naranja", la otra mitad del corazón, esa estúpida idea de que existe uno y solo uno hecho para tí, de que necesitas a esa otra persona para completarte. Cuántas canciones cortavenas se alimentan de estos conceptos, cuántas novelas cursis envenenaron la mente de muchas mujeres, y cuántas películas de principes rescatando a la princesa, parten de este mismo concepto equivocado.

En aquel cuento de hadas en el príncipe organiza el baile, y entre muchas doncellas escoge a una que será su esposa y vivirán felices comiendo perdices, es la peor basura que le meten a las niñas. Inconscientemente, la niña asimila que su felicidad está en encontrar a ese príncipe azul... entonces al diablo con su vocación, sus intereses personales, sus motivaciones internas, su desarrollo personal.

Y sin cuentos de hadas ni mucho brillo, en un estrato social bajo o medio-bajo de este país, es muy común que las mujeres no lleguen ni a la mayoría de edad y "se hagan de marido". No desarrollaron su individualidad, su vocación, sino que decidieron vivir a la sombra del marido, complaciéndolo y sometiéndose. Y luego se crea esta relación de dominación en la que el tiene más poder es el que manda, y la otra debe aguantar nomás. De ahi parte el problema de la violencia intrafamiliar, y de ahi también parten la mayoría de los problemas de convivencia conyugal.

El concepto de pareja en el que personalmente creo, se basa más en el compañerismo, en una relación de igual a igual. Si una persona no se encuentra bien consigo misma, mal puede tener una relación de pareja saludable, o pretender que la solución estará en encontrar un "buen partido". No existe esa otra mitad, ni el salvador de tu vida, ya que cada quien es responsable de su propio bienestar.

Si estoy contigo no es porque lo necesito para vivir, sino porque me gusta y deseo tu compañía.... porque te disfruto como eres, me disfrutas como soy, me dejas ser, te dejo ser, me lees? te amo.


*Texto influenciado en filosofía de Flavio Gikovate

14 de agosto de 2009

Si tu eres jóven aún, joven aún, joven aún!

El viejo más sabio y sabido que conozco!


No recuerdo a quién se refería Rosa Montero, en el libro Historia de Mujeres, cuando escribía algo así: Con los años, algunas personas se vuelven muy sabias; otras, no ganan ninguna virtud con la edad, sino que simplemente engordan la lista de años; y las peores, se encogen y se tornan horribles (por fuera y por dentro).

La sabiduría no viene con la edad, lo que me recuerda la frase de un viejito muy querido para mi: "Buena cosa llegar a viejo y pendejo; yo soy un viejo, pero un viejo sabido!", y pénsandolo bien creo que la mayoría de personas simplemente encajan en la segunda clasificación de Montero.

Desde pequeños nos han inculcado en respeto a los mayores, pero en vida diaria y en mi profesión, ese respeto se confunde con sumisión. Me he topado con muchos déspotas que por ser jóven, creen que debo callar, decir "si señor", jamás contradecir, o sino se niegan al sólo hecho de dialogar, si tengo el propósito de hacerlos cambiar de parecer, su "sabio parecer".

Pero esas barreras mentales las rompo cada día. Cuando me inicié en mi carrera aún tenía el miedo de discutir con alguna autoridad (que siempre pasan de los 50), mi voz era más baja, si la repuesta era un NO, la aceptaba. Ya no más, exijo mis derechos igual que los demás, conozco lo que hago igual o más que alguien mayor que yo, y no agacho la cabeza ante nadie.

En el mejor de los casos, mi interlocutor será una persona muy sabia, sabrá escuchar, y aprenderé de el/ella. En el peor de los casos será una persona horrible que igual no podrá minimizarme con nada de lo que diga. Pero en la mayoría de casos, sabrá que los años de diferencia no hacen la gran diferencia.

3 de agosto de 2009

Post feminista?



Este espacio se creó a partir de la iniciativa del Municipio de Guayaquil, de crear un concurso de blogs que tuviera como tema prinicipal la violencia intrafamiliar y la equidad de género. Ingenua yo, creía que el Cabildo se reivindicaría demostrando que sí podía tener un acercamiento al ciudadano común (como esta humide servidora), y que existiría una interacción entre la administración local y nosotros, los mortales. Cumplieron con la plata después de varios meses, y luego de su arrogante trato, no hubo premiación, peor algún otro tipo de consideración.

En todo caso, he ganado muchísimo de esto. Conocí muchas mujeres, sus historias tristes, felices, de lucha, de altibajos. Puedo decir que me conozco más, y las entiendo más; y proviniendo de alguien que ha tenido mejores relaciones (amistad, trabajo, familia, etc) con los hombres que con mujeres, pues ha sido un gran aprendizaje.

Si bien investigué y aprendí mucho acerca de la violencia intrafamiliar, y es un problema que afecta a nuestra sociedad, de pronto sentí que el concepto del blog iba por mal camino. Me había despersonalizado, escribiendo como una mujer de actitud lastimera, mendigando su espacio en la sociedad, quejándose de lo díficil de haber nacido sin pene, y no señores! Esa no soy yo!.


Y así, per la motivación en este sitio ... hasta que un día escuché en la radio una genial entrevista a Josefina Barrón, la autora del actual best seller de Guayaquil "Malabares de Taco Aguja". Se desclasifica como neo-anti-post feminista. Se burla de ser mujer, de lo irritables que podemos llegar a ser, de las típicas cosas que nos pasan, de cómo nuestras hormonas nos traicionan, de los malabares que tenemos que hacer para cumplir como profesional, madre, amante, y aun ser femeninas al máximo. Josefina lo relata con un gran sentido del humor que engancha inmediatamente.

Entonces
supe que lanzaaba su libro acá y quería conocerla. Quería que aparte de ser inteligente y con gran sentido del humor, sea una mujer regia, sexy, que su cara irradiara alegría. Y así fue!. Al carajo con las feministas cuasi -o en efecto- lesbianas. Josefina se les ha reído en la cara, pero aún se jacta de seguir siendo feminista (y a esa corriente me adhiero).

Disfruté mucho del libro, sintiéndome muy identificada con muchos de sus capítuls. De esta forma, decidí re-abrir este blog, pero con otra visión. Un diario personal, para celebrar ser mujer, para reirme de ser mujer, o para escribir de nada y de todo.